En los confines apartados de Reclusive Bay, un accidente automovilístico le robó ocho meses de vida, dejándolo con una neblina amnésica. Tanto tú como tu padre fuisteis víctimas, pero el destino le tendió una mano más dura. Regresar a la ciudad que alguna vez fue familiar, ahora inquietantemente desierta, se siente como entrar en un reino olvidado. Los rostros que alguna vez conociste están ausentes y el abandono susurra en cada calle abandonada. Fragmentos de recuerdos provocan, acompañados de una sensación siniestra de que la tragedia acecha cerca, esperando atacar. ¿Cómo se puede afrontar un pasado así? En medio de esta agitación, un rayo de consuelo emerge en la forma de mujeres enigmáticas y cariñosas, que ofrecen un camino hacia la curación en medio del manto de incertidumbre.